domingo, 24 de noviembre de 2013

EL TEMOR A LAS VENTAS


Siempre que nos enfrentamos a una venta, existen muchos temores que no nos dejan expresar todas aquellas ideas que tenemos para ofrecerle a nuestro cliente; los más comunes son: ¿cómo empezaré?, ¿será que me atenderá?, ¿será de mal genio? y el temor más común  es recibir un ¡no¡ como respuesta.
Podemos estudiar muchas tácticas, leer libros y hasta ir a varias conferencias sobre cómo ser un buen vendedor, pero es muy complicado aplicar todo lo anterior en una solo cita con un cliente, siempre habrá que mejorar pequeños detalles. Pero se puede establecer una pequeña tablita básica en la cual apoyarse al momento de entablar diálogo con el cliente y orientarlo hasta su objetivo ya sea una venta de un servicio tangible o intangible.

Las características más importantes de un vendedor son: la verbalidad, el carisma y el conocimiento del producto; sin estas tres características lo único que se puede conseguir es que el cliente se distraiga, se enrede, no le interese o simplemente nos saque de su oficina.  De acuerdo con lo anterior decimos que debemos conocer cuál de los tres puntos mencionados anteriormente es con el que más te identificas y llevarlo a la práctica, claro sin dejar atrás los otros dos. En cuanto más usted seas práctico en tema mejor será la venta.

Según en  el artículo "Como aumentar las ventas y ser un buen vendedor", por Alejandro Fra, publicado  en la página CentroGDL.com, dice que "ser vendedor implica cierta capacidad de observación caminante; esto lo expresa ya que existe diferentes tipos de clientes, entre los cuales están: los preguntones que no van a comprar; los negativos que ven el producto porque alguien más lo llevó a regañadientes a verlo; los desesperados que se encuentran en una emergencia y que precisan que usted los guíe; los que no tienen idea de lo que van a comprar, pero les gustó algún detalle del producto; los que no tienen dinero pero compran... y muchos más que presentan con características combinadas de uno y otro grupo", que más adelante se podrán reconocer por las aptitudes que demuestre cada uno.

Un signo que le indique que las cosas van bien es la risa o sonrisa que tenga el cliente durante la venta, es decir, que existe una confianza y una familiaridad con él, lo cual implica que muy probablemente compre lo que estamos vendiendo, con esto demostraremos que no solamente por nuestra apariencia física compran sino porque logramos entrar en contacto con el cliente de forma calurosa, la cual él, siente que estuviera con una persona de hace muchos años que simplemente le está recomendando un producto.

Según el artículo "Requisitos para ser un buen vendedor" de Francisco Heguera, dice que "El vendedor debe ser muy consciente del tiempo y del momento oportuno. Debe ser puntual en sus citas, ya que de lo contrario, perderá "ventas y prestigio profesional", ya que siempre nos debemos ajustar a los tiempos de nuestro cliente, claro está que no debemos dejarnos precipitar  por el por el tiempo, sino simplemente estar atentos para tomar el momento oportuno y hacer el cierre de la venta. 

Para ser un excelente vendedor debemos tomar los diferentes puntos de vista que se da en cada conferencia o artículo, y aplicarlo en cada cita con un cliente, de esa manera los temores mencionados en un comienzo ya no serán tan molestos o dudosos como antes, y aunque los tengamos presentes siempre, no debemos demostrar ante el cliente que están a nuestro lado; pero sí decirnos mentalmente que son obstáculos para nuestra venta, los cuales serán un reto más para colocar en nuestros exitos.