Todos los empresarios de éxito tienen características particulares de las cuales hemos hablado bastante de este sitio. Enumerar tales rasgos por lo general busca que uno se compare de manera inmediata con el exitoso hombre de negocios en cuestión para ver si por lo menos se tiene algunos de esos rasgos. Ese ejercicio mental dura lo que tardamos en leer el artículo y de seguidas nos olvidamos del tema. Otros probablemente revisan que cosas de sucomportamiento deben mejorar o cambiar, para parecerse al exitoso del momento. Un pequeñísimo grupo no solo tomara nota de los rasgos sobresalientes del triunfador sino que hará lo posible y lo imposible por mejorar lo que haya que mejorar, tratando de aprender los hábitos de la gente exitosa.
Por algo uno de los libros más vendidos de los últimos tiempos es el de los 7 hábitos de las personas altamente efectivas de Stephen Covey.
Pero, si pudiéramos resumir un solo hábito que haga la diferencia entre el fracaso y el éxito, ¿Lo asumiríamos? Es probable que si.
Según Dan Kennedy, autor del libro No B.S Time Management for Entrepreneurs, el hábito que debemos adoptar si queremos tener éxito en los negocios y en la vida es la puntualidad.
Según el autor, en 35 años de haberse tomado nota de ese hábito, todos los que conoció y que se plegaron a esa norma se convirtieron en personas exitosas.
La puntualidad, es estar donde se supone que debemos estar en el momento que habíamos prometido, sin excepción y sin excusa, cada vez, todo el tiempo.
El autor considera que el ser puntual le da de entrada a uno un derecho, el derecho de ser tratado con máximo respeto.
No se puede esperar que los demás traten nuestro tiempo con respeto si no somos capaces de respetar el nuestro.
Una persona que no puede cumplir con las citas a tiempo, que no puede mantener los compromisos programados o que no puede ceñirse a un horario no es de confianza para las otras personas.
Para el autor, existe un vínculo entre el respeto de un plazo y el respeto a la opinión de los demás, los bienes, los derechos, los acuerdos y los contratos de los otros.
Una persona revela mucho acerca de si mismo por su puntualidad o la falta de esta. Como regla general Dan Kennedy, usa ese criterio para determinar si hace negocios o no con alguien.
Según él, la experiencia a lo largo de los años le ha dado la razón. En cuestiones de negocios, todo el mundo juzga a todo el mundo. Se valen de pequeños códigos para decidir si hacen negocio o no con otra persona.
Personalmente he aprendido que si usted está en conversaciones con alguien por un negocio y esta persona arrastra problemas familiares con sus hijos o pareja, por malos tratos verbales o físicos, debe pensarlo dos veces: si le hace eso a su propia familia, ¿Qué no le hará a usted?
Uno de los mentores del autor decía, que solo había dos razones para llegar tarde a una reunión con él: estar muerto o querer estarlo.
Yo nunca me había planteado el asunto de la puntualidad desde ese punto de vista, de hecho Dale Carnegie, en un libro que todo empresario debería leer llamado Como ganar amigos e influir en las personas, aconseja ser puntual.
Si usted es impuntual y le cuesta cumplir con las citas acordadas, ya es el momento de que cambie esa actitud.
Como ve, la puntualidad es un para juzgar a los que hacen negocios con nosotros y viceversa. Yo por mi parte espero sacarle provecho, saludos.
